Distancia.

Kilómetros en mi cabeza se convierten en ganas de tenerte, no me importa tener que sufrir a veces para poder verte. Iré hasta dónde haga falta sólo para estar contigo, por eso no me rindo y por este camino sigo. ¿Por qué te esfuerzas en joderme? ¿No te das cuenta de que en mi cuento sólo manda él? No harás que crezca el dolor, no conseguirás ni un lamento. Le quiero más cada segundo, cada hora y cada mes, cada vez más... Las discusiones a distancia duelen mucho más de lo que aparenta. No puedo verte cada día, pero sí en mi pensamiento. Que si te soy sincera de aquí no sales ni un momento. El tiempo se hace eterno y la distancia veneno. Tú y yo gritamos fuerte porque necesitamos vernos. Llamadas, mensajes... aumentan las ganas de acortar un plazo. Las ganas de besarte, de darte un abrazo.