Sentimientos, anécdotas, observaciones, etc. Si necesitáis ayuda o consejo sobre algún tema, escribidme a talycomosoy@outlook.es
miércoles, 29 de mayo de 2013
Adiós mamá.
"-Mamá, me voy que llego tarde. +¿Dónde te vas, hija? -A una fiesta, que he quedado con las chicas de clase. +Esta bien hija, pero no llegues tarde, y ten mucho cuidado; ya sabes como están las cosas ahí fuera... -Que sí mamá, no te preocupes; estaré bien. Chao, te quiero; ¡adiós!"
"Salió a su coche mientras recordaba las palabras de su madre preocupada, como cada noche fría; se alejaba de su casa en dirección a aquella fiesta mirando por el espejo donde nunca volvería. Su mamá se fue a la cama y como de costumbre, no conseguiría dormir hasta que ella regresara. Le pedía a Dios piedad, salud para su hija; que volviera sana y salva, nunca lo imaginaría. Luego allí la fiesta proseguía, la gente se divertía; la chica no probó ni una sola gota de alcohol, el resto consumía sin pensar que quizás por imprudente alguien lo lamentaría. La fiesta se terminó, sin más eran las seis; la chica decidió que era la hora de volver. Algunos imprudentes cogieron su coche, entonces sin pensar en lo de antes y sin dejar de beber. (Si fueran más prudentes, si no lo hicieran mal; si todos escucharan consejos de su mamá... Por culpa de esa gente fallecen inocentes, quizás un día seas tú la persona que lo lamente.) Cogió el camino más rápido para regresar, le prometió a su mamá no beber alcohol y no lo hizo. Se sentía orgullosa de ella misma, mantuvo su promesa y recordó todo lo que mamá le dijo. Sabía que no le había fallado, es una chica madura que valora lo que tiene y lo que quiere. Siempre a sido responsable y nunca hizo nada malo, porque sabe perfectamente que los errores duelen. Conducía bien serena, 'apenas quedan dos kilómetros' pensaba; sonaba irónico. Escuchaba estos versos e imaginaba lo que escribo, más tarde lo entendería porque ya estaba pasando... Tal vez, muchos piensan que este no será su caso; 'Que la historia de esta china nunca podrá ser la mía'. Pues detrás de aquella curva se alargaba su alegría disfrazada de personas imprudentes en la vía." *Segundos después, la joven tuvo un accidente tras encontrarse de frente con otro coche que iba en dirección contraria. En ese coche se hallaban personas ciegas por el alcohol; y trás ella apartarse para no chocarse y que ese coche pasara, se estrelló.* "-No te mentí mamá, juré que no te engañaría; fui a la fiesta mamá, recordé lo que me dijiste. No bebí nada mamá, incluso me sentí orgullosa; pensaba que siendo buena, esto nunca me pasaría. No puede ser mamá, yo no merezco estar aquí; escucho voces que dicen 'Esta chica se va a morir'. Mamá me estoy muriendo, no puedo respirar; apenas me quedan fuerzas, pero no quiero llorar. ¿Por qué mamá, por qué me toca sufrir? El culpable de esto vive, y yo tengo que morir... ¿Por qué hay personas así? Ya no puedo aguantar más, mi sangre está en el asfalto y el dolor me está matando. Dile a papá que le quiero, a mi hermano que sea fuerte; cada segundo que pasa siento más cerca la muerte. Mamá, te quiero; son mis últimas palabras. Adiós, mamá; no podré volver a verte..." (Si fueran más prudentes, si no lo hicieran mal; si todos escucharan consejos de su mamá... Por culpa de esa gente fallecen inocentes, quizás un día seas tú la persona que lo lamente.)
Tengo la extraña sensación de no saber qué pasa por mi cabeza.
No es pereza, es saber qué saldrá mal con certeza. Para ver el interior primero arranca la corteza, y si está seca déjala que se humedezca. Siento frío, y a veces ni sonrío. Incluso echo de menos lo que sigue siendo mío. Pero da igual, si la Luna sigue aquí brillando; solo con mirarte sabes lo que estoy pensando. Todo tiene precio en esta vida que me mata y que me ata, y oxida mi corazón de hojalata. Rozo con velcro tu piel de terciopelo, y todo sigue su camino hasta que lo estropeo. Mano dura para aquello que no perdura, lágrimas afloran al compás de mi escritura. Es mi esencia, rozar el límite de la paciencia. No me faltan ganas para vencer a mi impotencia. Y es por ti, que saltaré al vacío; casi un cuarto de siglo pero sigo siendo un crió. Dime cuántas veces por mí culpa tú lloraste, cuántas veces repetí lo que me reprochaste. Si hay algo que tengo claro es que te quiero, que te quiero y que te quiero; y te juro por mi rap que soy sincera.
domingo, 26 de mayo de 2013
Querido diario:
Me llamo Sonia y desde hoy voy a contarte todo lo que me pase, tanto lo bueno como lo malo.
27 de septiembre:Hoy empiezo a escribirte, mi vida no es emocionante; espero no aburrirte. Hoy no me a pasado nada fuera de lo normal, espero que mañana cambie y tenga algo que contar. Te contaré cosas de mí para conocerme, para no perderte con cosas que puedan sucederme. Me llamo Sonia Pérez, tengo 19 años; me gusta asomarme a la ventana cuando llueve, vivo en un pequeño barrio al este de él. Cuando se acerca el otoño vivo con mi padre, con mi madre y con mi hermano; y con aquel perrito que compramos en verano. Trabajo en la oficina, soy diseñadora gráfica; mi jefe dice que tengo una imaginación mágica. Sueño con encontrar el amor al fin, ese amor que me esquiva y algún día me hará feliz.
6 de octubre: Como me a gustado ese concierto, lo he pasado en grande y mi padre no está despierto, sé que es tarde para escribirte; no podía aguantar, el chico que estaba al lado no me lo puedo quitar.
Día 4: Hoy me lo he encontrado en el café, ¡vaya casualidad! aún no me lo puedo creer. Estaba en una sentado solo y con un libro, mirando su café descafeinado y pensativo. Miraba el móvil como si esperara una llamada, sin darse cuenta como cautelosa le observaba. Tocándose el cabello y el cigarro en la otra mano, ojeras hasta el luego de haber despertado temprano. Lo veo que se levanta y viene en dirección a mí; me da un papel, se acerca y dice "Espero verte aquí". Se había dado cuenta de que le estaba mirando, me había dado su número y me estaba mareando.
4 de noviembre: A pasado ya un mes, te habrás preguntado el porqué ya no me ves; sobre aquel día en el café, quedamos y acabamos en el parque San Miguel. Las risas y miradas terminaron siendo besos, ese día todo fue como era en mis sueños. Todos los días al salir de trabajar venía a recogerme con su coche donde el bar.
14 de noviembre: Hoy mi padre me a pillado, me a visto con el chico y la de Dios nos a montado. Me ha dicho que no me vuelva a acercar a ese cerdo. no sé qué hacer ni qué decirle; ¡coño, que lo pierdo! No se da cuenta que acaso la rabia a pasado igual, un padres testarudo que no le permitía amar.
4 de enero: Me he marchado de mi casa, estoy viviendo con mi chico; y yo no sé lo qué pasa, es como si el sueño no durara eternamente. Como si se estuviera transformando lentamente, a veces bebe un poco más cerveza de la cuenta. Y me obliga a hacerlo cosas que sabe que me revientan... A veces se le va la mana, ¿qué le voy a hacer? Son cosas que a cualquiera le podrían suceder.
4 de febrero: Empiezo a preocuparme un poco, tengo un brazo roto; ayer se puso un poco loco. La culpa es mía, no sé valorar bien lo que tengo; soy poco para él, está conmigo y yo me quejo. En el trabajo dicen que tengo que denunciarlo, que es un maltratador y que tengo que abandonarlo. Yo sé que no es así, porque no lo conocen; no pueden denunciar a cualquiera en cuanto lo conocen.
4 de marzo: Te escribo para despedirme, ya no volveré nunca a llorarte ni a reírte. La última paliza fue sin duda la peor, se descontroló y hundió mi cabeza en el radiador. Las balas en mi cuerpo no dejaban respirar, el espejo que observaba mi dolor al suplicar. Aparecen enrojecidas y mis rodillas en el suelo, plasmaban una imagen que tiemplo si la recuerdo. No volveré a mirar la lluvia desde mi ventana, querido diario; hoy no te digo hasta mañana.
miércoles, 8 de mayo de 2013
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
.jpg)